sábado
Transformers 3: El Lado Oscuro de la Luna
Cuando uno escucha hablar de Transformers le viene a la mente robots. Cuando aparece Michael Bay se espera dosis de explosiones y acción. Y cuando se cita a James Cameron, el 3D de calidad tiene que estar presente.
Pues Transformers 3 tiene las tres cosas anteriores, el problema está en que también tiene muchas otras cosas innecesarias que hacen que el resultado final sea una mezcla de decepción, aburrimiento y cansancio.
La película se podría dividir en tres partes: La primera media hora de un argumento interesante que parece indicar que esta vez sí se ha cuidado un poco más ese talón de Aquiles de las grandes producciones de acción. Pero se trata tan solo de un mero espejismo, pues el resto de la película es previsible y lineal.
La última parte de la película es la que todo el mundo se imagina cuando acude a ver una película de Michael Bay con robots destructores de por medio: explosiones, batallas y destrucción a raudales, quien haya visto las dos entregas anteriores sabe ya lo que se va a encontrar. Parece que el término acción está cada vez más ligado a complejidad cero en el desarrollo del argumento. Quizás se podría destacar alguna escena en 3D que ameniza un poco la ya cada vez más previsible "pelea final".
Y la otra parte de la película que queda por comentar es la peor de todas, la culpable de que cuando llega la verdadera acción y desenlace, uno esté deseando ya salirse de la sala por puro aburrimiento y cansancio. El argumento (si es que se le puede llamar así) de la parte intermedia de la película es absurdo, aburrido y totalmente innecesario. Algunos personajes son totalmente prescindibles, como por ejemplo el interpretado por John Malkovich que no aporta nada a la película aparte de su cara famosa. Algo parecido sucede con Patrick Dempsey cuya participación en la película es importante, demasiado importante; el papel que interpreta no debería sobrepasar los 15 minutos en pantalla, de ahí que la película se haga tan larga y pesada.
En cuanto al resto del reparto, encontramos a un Shia LaBeouf con un personaje ya quizás demasiado madurado en esta tercera entrega, pero que consigue mantener una actuación decente durante toda la película; al igual que Josh Duhamel y Tyrese Gibson que saben encajar bien su papel de secundarios. Y en lo que respecta a la interpretación de la recién incorporada Rosie Huntington-Whiteley no hay mucho que decir; es más complejo su largo apellido que el papel que interpreta, aunque ya todos sabíamos para que había sido contratada, una actuación que fácilmente podría haber interpretado cualquier actriz que cumpliese con los requisitos físicos de dicho personaje.
En resumen, Transformers 3 se presentaba como una de las grandes producciones de este año; y nadie duda de que lo es en cuanto a taquilla. Si quitamos la parte intermedia de la película podríamos decir que se trata de una película entretenida que sirve para pasar el rato; pero al final es una sensación de aburrimiento y cansancio. Una lástima tratándose de la más que posible despedida de Michael Bay de esta rentable saga.